Hay evidencias científicas que demuestran que los aerosoles son susceptibles a contener viriones de Sars-CoV-2 activados. Estos aerosoles pueden generarse a partir de la evaporación de gotas mayores y también las personas cuando hablan o respiran.
La transmisión aérea por aerosoles se produce por partículas suspendidas en el aire durante un tiempo variable, a una distancia mayor de 2 metros y especialmente en lugares cerrados con ventilación escasa, con mucha gente y sin uso de mascarillas.

Para reducir el riesgo de transmisión se recomienda:

  • Reducir aforos de estos espacios
  • Promover en lo posible el uso correcto de las mascarillas
  • Medir y controlar los niveles de CO2

A partir de la medición de niveles de Co2 podemos controlar cada espacio y conocer en cada momento sus necesidades de ventilación.
En el aire exterior las concentraciones de C02 se encuentran habitualmente a niveles entre 300 y 400 ppm, pudiendo llegar a más en algunas zonas.
En la normativa de piscinas R0742/2013 vigente ya se exige que los niveles no puedan superar en más 500 ppm el nivel exterior (nivel exterior ppm + 500 máximo). Frente a la situación actual, se recomienda un valor entre 500 y 700 ppm como aceptable. A partir de 800 ppm sería necesaria una ventilación.
Si los niveles sobreasan las 1000 ppm indicaría una mala ventilación y habría que ventilar de inmediato y al máximo posible.

¿Qué se dice oficialmente sobre esto?
El ministerio de Sanidad publicó, el pasado mes de julio, un documento dónde se especifican los valores de transmisión por aire y ofrece recomendaciones para los sistemas de ventilación de edificios y locales.
Exactamente se proponen 12 recomendaciones para impulsar acciones adecuadas y correctas que pueden ser una de las claves para minimizar la propagación de contagios.

  1. Mantener un caudal mínimo de aire exterior
  2. Verificar los caudales con el fin de que los equipos encargados de la renovación de aire trabajen correctamente
  3. Modificar Controles automáticos del sistema de ventilación para aumentar la ventilación
  4. Reducir o Eliminar en lo Posible la recirculación de aire en los equipos
  5. Revisar recuperadores de calor antes de ponerlos en marcha
  6. Mantener el sistema de extracción de aseos en funcionamiento continuo
  7. Aumentar la ventilación natural
  8. No cambiar los puntos de consigna de calefacción ni refrigeración
  9. Mantener la humedad relativa en los valores habituales

    Si quieres más información accede el documento publicado por el Ministerio