Durante los episodios de calor extremo, las piscinas se convierten en uno de los principales refugios climáticos para la ciudadanía. Esta alta demanda supone un gran reto para los técnicos de mantenimiento, que deben garantizar una calidad de agua óptima, la seguridad de los usuarios y el buen funcionamiento de las instalaciones.

En Blautec, hemos conversado con nuestra Oficina Técnica para que comparta sus mejores recomendaciones. El objetivo de ello es ayudar a los equipos de mantenimiento de las piscinas a anticiparse y actuar antes de que estas situaciones se conviertan en un problema de aguas sucias y poco saludables.

1. Revisa la frecuencia de los lavados del filtro

Antes de abrir al público y al finalizar la jornada, realiza una limpieza completa del filtro. Si las condiciones lo permiten, haz una parada técnica al mediodía —cuando suele haber menos afluencia— para hacer un lavado adicional.
Durante esta parada, aprovecha también para limpiar playas, rejillas desbordantes y duchas. Mantener estas zonas en buen estado ayuda a reducir la carga orgánica y mejora la eficiencia del sistema de filtración.

2. Aumenta la dosificación de cloro ante la subida de radiación y bañistas

En días de alta insolación y gran afluencia, el consumo de desinfectante se incrementa notablemente. Anticípate y sube un poco los niveles de la dosificación, sin sobrepasar el límite legal de 2 ppm de cloro libre.
Si tu instalación lo permite, considera el uso de cloro estabilizado (dicloro) o estabilizantes al final de la jornada. Esto ayuda a evitar la evaporación del desinfectante ante la subida de temperatura y rayos UV.

3. Realiza con más frecuencia controles analíticos del agua

Durante los días de calor y las horas de mayor uso, realiza controles de cloro libre, cloro combinado y pH cada 2 o 3 horas como máximo. Esto te permitirá detectar cualquier desviación a tiempo y actuar con rapidez antes de que afecte a los bañistas o a la calidad del agua.

4. Controla la temperatura del agua

La temperatura elevada favorece la evaporación del cloro y la proliferación de microorganismos. Idealmente, el agua debería mantenerse entre 24 y 28 °C. Si supera los 30 °C:
• Mejora la ventilación del recinto (en piscinas cubiertas).
• Aumenta los lavados de filtro y la renovación de agua.
• Crea circulación de agua por la noche: el agua en movimiento se enfría más rápidamente.

5. Minimiza el impacto de la alta carga orgánica

Controlar la carga orgánica desde el origen es fundamental para mantener el equilibrio químico del agua y prevenir la aparición de turbidez, malos olores o contaminantes microbiológicos.
Recuerda al personal la importancia de exigir la ducha previa al baño y refuerza este mensaje con señalética visible en zonas de acceso y vestuarios. Si tu instalación cuenta con pocas duchas, valora la posibilidad de instalar duchas provisionales para facilitar su uso.
Además, si es posible, coordina con el personal de control de accesos para evitar la sobrecarga de bañistas en cada vaso. Mantener un aforo adecuado no solo mejora la calidad del agua, sino también la experiencia y seguridad de los usuarios.

6. Aplica floculantes o coagulantes para mejorar la filtración

Los floculantes ayudan a agrupar las partículas en suspensión para que se depositen en el fondo, facilitando su eliminación con el limpiafondos.
Los coagulantes líquidos actúan dentro del filtro, compactando la materia orgánica para mejorar el rendimiento del lavado.
Ambos productos aumentan la eficacia del sistema de filtración y contribuyen a mantener el agua clara y saludable.

Recomendaciones adicionales

  • Realiza análisis microbiológicos periódicos si la ola de calor es prolongada. Presta atención especial a indicadores como E. coli o Pseudomonas aeruginosa.
  • Refuerza la comunicación preventiva: instala carteles informativos visibles sobre aforos y la importancia de la ducha previa.
  • Activa un plan de contingencia interno: refuerza los turnos de limpieza, mejora la coordinación del equipo técnico y mantén a todo el personal informado de las medidas excepcionales.

Conclusión

Los picos de calor exigen una respuesta técnica más intensiva, preventiva y profesional. Un mantenimiento reforzado, una vigilancia constante y una gestión eficaz permiten garantizar la seguridad de los bañistas, evitar cierres por problemas sanitarios y alargar la vida útil de las instalaciones.

Desde Blautec, estamos a tu lado para ayudarte a que tu piscina esté siempre en las mejores condiciones. Si necesitas asesoramiento, no dudes en contactar con nuestra Oficina Técnica.

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